Resistencia a la abrasión

La resistencia a la abrasión describe la capacidad de un material para soportar el desgaste mecánico causado por la fricción. Por tanto, describe la resistencia de una superficie al roce, el rayado o el lijado constantes. Las telas metálicas o los textiles técnicos con alta resistencia a la abrasión suelen utilizar materiales especiales (por ejemplo, aceros inoxidables duros) o tratamientos superficiales para resistir mejor la abrasión causada por las partículas o el contacto con otras superficies.

En aplicaciones de filtración con medios abrasivos como arena, lodos o polvos, una alta resistencia a la abrasión es crucial para evitar la abrasión prematura o daños en el tejido. Una buena resistencia a la abrasión prolonga la vida útil de filtros y tamices y reduce los tiempos de inactividad y los costes de mantenimiento. También es relevante en arquitectura (por ejemplo, para tejidos de fachadas o rejillas de protección): los tejidos resistentes a la abrasión conservan su aspecto y resistencia durante más tiempo a pesar de los efectos de la intemperie o de las medidas de limpieza.