Rendimiento

El rendimiento se refiere a la cantidad de una sustancia que un proceso o sistema puede procesar o transportar por unidad de tiempo. Normalmente, el rendimiento se especifica como caudal másico (por ejemplo, toneladas por hora para sólidos) o caudal volumétrico (por ejemplo, metros cúbicos por hora para líquidos).

En el campo de la tecnología de tamizado y filtrado, el caudal es una característica clave del rendimiento. Indica la cantidad de material que puede filtrarse o tamizarse por hora sin dejar de obtener los resultados de separación deseados. Un mayor rendimiento significa una mayor productividad, pero a menudo requiere superficies de tamizado/filtrado más grandes o múltiples o accionamientos más potentes. Si se supera el caudal permitido, puede producirse una separación ineficaz (por ejemplo, los finos se incluyen en las partículas de gran tamaño) o un aumento de la pérdida de presión y una rápida obstrucción de los filtros. Por ello, los sistemas se diseñan para optimizar el caudal. Por ejemplo, una criba vibratoria en el tratamiento de grava se dimensiona para un caudal determinado, de modo que mantenga de forma fiable el corte de separación; una sobrealimentación perjudicaría el resultado del cribado. Del mismo modo, los filtros de tratamiento de agua se dimensionan en función del caudal necesario para garantizar un suministro continuo. En contextos arquitectónicos, el término rendimiento se utiliza poco, ya que se refiere a los flujos del proceso y no a la función de las mallas metálicas.