Eficacia de la filtración

La eficacia de filtración indica la proporción de partículas o impurezas que retiene un filtro en relación con la cantidad total. Suele expresarse en porcentaje y caracteriza el rendimiento de un filtro. Una eficacia del 99%, por ejemplo, significa que el filtro elimina 99 de cada 100 partículas de un tamaño determinado.

En la práctica, la eficacia suele depender del tamaño de las partículas, por lo que a menudo se especifica para un diámetro o rango de partículas determinado. Se mide comparando la concentración de partículas antes y después del filtro (por ejemplo, utilizando un contador de partículas o una medición de turbidez). En aplicaciones críticas se requieren altas eficiencias de filtración, por ejemplo en la industria farmacéutica, para filtros estériles y filtros de aire HEPA (que alcanzan >99,97% a 0,3 µm) o para filtros hidráulicos para proteger componentes sensibles. El filtro se selecciona en función de la eficacia requerida: Los prefiltros pueden dejar pasar las partículas más gruesas (menor eficacia), mientras que los filtros finos deben retener casi todas las partículas. En arquitectura, el término en sí no suele ser relevante, salvo en el campo de la climatización de edificios (filtros de ventilación).